Según su naturaleza:
- Signos humanos: los que utiliza el hombre para comunicarse.
- Signos verbales: los que se utilizan en la comunicación verbal.
- Signos no verbales: gestos, imágenes, etc.
- Signos no humanos.
Según el canal:
- Signos visuales: señal de tráfico, palabra escrita…
- Signos auditivos: un silbato, la palabra hablada…
- Signos táctiles: un codazo, una palabra escrita en Braille…
- Signos gustativos: el sabor amargo de algo en mal estado…
- Signos olfativos: el humo de un cigarrillo…
Según su origen:
- Signos naturales: surgen de modo espontáneo en la naturaleza y, por tanto, no están sujetos a convenciones: el humo es un signo de fuego.
- Signos artificiales o culturales: son de carácter convencional y han surgido con la intención de comunicarse.
Según la relación que el signo mantiene con su referente:
- Indicios o señales: signos que mantienen una relación natural, de causa-efecto, con el referente (el humo es signo de fuego, la fiebre es signo de enfermedad…). Son los signos naturales.
- Iconos o imágenes: signos que presentan una relación de semejanza con su referente (un retrato es un signo icónico de una persona, un plano es un signo icónico de una ciudad…)
- Símbolos: signos que de un modo convencional se utilizan para representar otras realidades, sin que presenten con ellas ni un parecido ni ningún tipo de relación motivada (las banderas, la notación química, las notas musicales, las palabras de la lengua hablada y escrita).
REFLEXIONES, APORTES Y COMENTARIOS
Hemos sido creados con formas de
percibir este mundo. Tenemos la capacidad de adaptarnos a diversas situaciones
dependiendo de la carencia de alguna de esas formas. Por ejemplo, si una
persona pierde la capacidad de ver, con el tacto podría hacerlo; incluso hasta
con el habla y el oído mezclados. O tal vez si no tiene habla u oído, podría
comunicarse a través de las señas. El punto es que somos tan completos en este
sentido que el apreciar la majestuosidad de la comunicación siempre es posible
de una u otra forma. La misma naturaleza se encarga de hablar a través de
signos que pues, por razones obvias, no son hechos por el hombre, es decir,
podemos ver en la lejanía una nube negra para ser interpretada como lluvia, un
intenso calor como el aproximarse de una temporada de sequía, o el florecer de
las flores o la migración de algunos animales como el cambio de estación en
algunas partes del mundo. Nosotros también usamos signos para interactuar con
los de nuestra misma especie apelando a los verbales o los no verbales. En
estos últimos nos hemos hecho expertos para usarlos, crearlos y manipularlos a
nuestro antojo; desde la imagen racista de los judíos con una enorme nariz en
los tiempos de la segunda guerra mundial, hasta la cruz roja que es reconocida
internacionalmente. Estamos regidos por lo que llamamos códigos, los cuales son
sistemas de signos con reglas para ser usados, por ejemplo, el alfabeto de un
idioma, o las señales de tránsito que hasta pasamos por alto algunas veces. En
fin, tan colosal es el hecho de que el hombre pudiese comunicarse que sólo se
le puede comparar con el poder haber sido capaces de crear signos plasmables de
esas formas de comunicación.
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